5 reflexiones de Roberto Limongi sobre el lenguaje y su impacto en la mente humana

El profesor del Departamento de Psicología de Brandon University compartió con la comunidad de Uninorte su visión del lenguaje, como una herramienta capaz de reestructurar la representación  de la realidad.

CONVERSATORIO ROBERTO LIMONGI 2025
El profesor investigador Roberto Limongi durante su presentación en el auditorio.

Por: José Luis Rodríguez R.

28 may 2025

Roberto Limongi, destacado neurocientífico cognitivo, reconocido por su investigación sobre la intersección entre el lenguaje y la mente humana, compartió el 22 de mayo con la comunidad académica de Uninorte su enfoque interdisciplinario, el cual sostiene que el lenguaje, lejos de ser solo un medio de comunicación, actúa como un agente activo en la reestructuración de nuestra realidad. 

Desde la neurociencia hasta la lingüística computacional, diversas disciplinas han explorado cómo las palabras reflejan y moldean nuestros pensamientos, emociones y estados mentales. Este enfoque de estudio permite comprender no solo la mente de individuos neurotípicos, sino también de aquellos con condiciones psiquiátricas como la esquizofrenia, revelando patrones lingüísticos que ofrecen pistas sobre su funcionamiento cerebral. 

A través de ejemplos concretos y hallazgos científicos, Limongi, docente del Departamento de Psicología de la Brandon University, Canadá, e invitado especial de la Maestría y Doctorado en Psicología, hizo un llamado en el auditorio Marvel Moreno a repensar el papel del lenguaje en la salud mental y el autoconocimiento a través de varias reflexiones. 

1. El lenguaje como reflejo de la mente: lo que decimos nos delata

Roberto Limongi propuso que, al hablar, no solo transmitimos información: también revelamos —consciente o inconscientemente— el contenido de nuestra mente. Incluso cuando intentamos controlar lo que decimos, nuestras palabras traicionan nuestros pensamientos y emociones. “Lo que me está diciendo es un reflejo de su contenido mental”, explicó. Y añadió una pregunta clave: “¿Será realmente un reflejo de su contenido mental?” Según su enfoque, al describir una imagen, las personas no solo informan lo que ven, sino que reestructuran internamente su representación mental de esa realidad.

2. Cómo las palabras reestructuran la realidad

Para Limongi, el lenguaje no es solo un medio para representar la realidad, sino un mecanismo que la transforma internamente. El acto de hablar reorganiza nuestra percepción del mundo. Esta hipótesis, defendida por algunos lingüistas desde hace décadas, ahora cuenta con respaldo experimental desde la neurociencia. “El lenguaje reestructura nuestra representación de la realidad”, afirmó. Sus investigaciones ofrecen evidencia de que esta influencia va más allá de la metáfora: las palabras literalmente modifican la forma en que pensamos y sentimos.


 

3. Variabilidad en el discurso: una pista sobre nuestra complejidad mental

Una de las observaciones más reveladoras de Limongi es que incluso en personas sin trastornos psiquiátricos se encuentra una variabilidad en el lenguaje que dice mucho sobre su funcionamiento mental. Esa diversidad, que antes pasaba desapercibida, puede ser clave para entender los matices del pensamiento humano. “Aunque pudiera haber una variabilidad en los grados de abstracción en pacientes con eventos iniciales de psicosis, también hay variabilidad en personas sin diagnóstico clínico, lo cual puede indicar algo diferente”, explicó. En otras palabras, la riqueza del discurso puede reflejar tanto salud como complejidad cognitiva.

4. La estructura del discurso como ventana a la psicosis

En el contexto clínico, Limongi explicó cómo el análisis del discurso puede detectar indicios de desorganización conceptual en personas con trastornos psicóticos. Al describir una imagen durante una entrevista, pequeños cambios en la manera de estructurar el discurso pueden pasar inadvertidos al oído humano, pero ser reveladores desde una perspectiva computacional. Por ejemplo, la diferencia entre decir “un pote con unas flores dentro” y “un pote y unas flores” puede parecer mínima, pero refleja distintas formas de organización conceptual. “Eso es lo que no se puede ver” a simple oído, pero que los modelos analíticos pueden detectar.

5. Fenotipos computacionales: hacia un diagnóstico personalizado

La propuesta más innovadora de Limongi es la del uso de fenotipos computacionales: modelos que combinan análisis del lenguaje natural, teoría de la energía libre y variables fisiológicas para lograr diagnósticos individualizados. “Si combinamos análisis del lenguaje con modelos de free energy y variables fisiológicas, podemos identificar parámetros que expliquen mejor la variabilidad individual”, señaló. Estos modelos permiten superar las limitaciones de las escalas clínicas tradicionales, abriendo nuevas posibilidades para una medicina de precisión. Inspirado por el trabajo pionero de B.F. Skinner en educación especial, Limongi enfatizó que la clave está en adaptar cada intervención al perfil único de cada persona.

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